Existen alternativas a la
clonación humana con fines terapéuticos que no presentan objeciones éticas tan
serias. La más interesante es la posibilidad de conseguir células madre
de origen no embrionario.
§ En el cuerpo humano existen
células madre de adulto que son precursoras de otros tipos
celulares: células menos especializadas que podrían dar lugar a varios tipos de
células. En los últimos años se ha descubierto que estas células son mucho más
versátiles de lo que se pensaba. Si se ponen en cultivo y se tratan con
diversos factores puede hacerse que se diferencien hacia tipos celulares muy
diferentes de aquellos a los que habitualmente dan lugar en el cuerpo. Las
células madre se encuentran en el adulto en la médula ósea, el sistema nervioso
y órganos diversos.
Utilizar esas células para
auto-transplantes no presentaría ningún inconveniente ético, ya que no habría
una nueva vida implicada.
§ Las células madre
pluripotenciales inducidas o iPS. Los trabajos del Dr. Yamanaka (premio
Nobel de Fisiología del año 2012) han demostrado que se puede reprogramar una
célula somática para que adquiera características de célula desdiferenciada.
Esto se consigue potenciando de forma artificial, mediante manipulación
genética, la expresión de varios genes que son como “marcas” de
desdiferenciación celular.
En definitiva: hay vías
terapéuticas que van haciéndose posibles por el desarrollo de la ciencia y que
no vulneran el respeto debido a la vida humana en todas las fases de su
desarrollo. Es deber de todos defender la vida humana y fomentar que se
canalicen los esfuerzos de la investigación hacia ese tipo de técnicas.
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